Sobre mí
Desde muy pequeña, siempre tuve cámaras entre mis manos. Todo comenzó con aquellas simples Point and Shoot (aunque por aquel entonces aun no sabía que significaba este término), cargadas con carretes Kodak Gold.
Más adelante, llegaron las cámaras digitales, y siempre llevaba una encima, lista para capturar una fiesta con amigos o cualquier otra cosa que me llamase la atención.
Con el tiempo, lo que empezó como una afición, se convirtió en una forma de mirar el mundo.
Tras años de disparar en digital, decidí retomar la fotografía analógica. Conocer el proceso de revelado y llevarlo a cabo por mi misma fue un auténtico descubrimiento, que me conectó con algo que quiero mantener vivo.
Sobre mi trabajo
La curiosidad ha sido siempre mi principal motor, impulsándome constantemente a aprender y mejorar en mi trabajo.
Me dedico tanto a la fotografía digital como analógica, y me fascina como cada formato puede expresar historias y emociones de forma tan distinta. Y es que hay algo mágico en el proceso analógico. Cada disparo cuenta, cada momento se vuelve más valioso.
Mi fotografía nace de la convicción de que cada imagen debe transmitir una emoción, contar una historia y capturar la esencia del momento, algo que puedo lograr gracias a mi habilidad de percibir la belleza incluso en los detalles más simples.
